Federico tenía muchos relojes, había empezado a coleccionarlos desde ese día. Tenía digitales, con agujas, de diferentes colores, materiales y tamaños. Los guardaba en una habitación que les había destinado exclusivamente; con ellos sumaba el tiempo que transcurrían sin su amada. Sabía que faltaba poco para la despedida, no quería angustiar a nadie pero estaba ansioso por el reencuentro, cuando sucediera le contaría de los relojes, de la suma y de las horas que pasó extrañándola

5 Noches:
ya lo había leído, es más, creo que lo conservo en la máquina.... muy bello relato. Que pasó con el concurso al final?
no se pq me siento identificado en cierta forma con federico el chico de los relojes.
No se en donde lo he leido.
Ta güeno ^^, y la imágen ta genial^^
Saludos!
simplemente espectacular...
me encanta esta entrada..
Muy bueno el blog
te deseo lo mejor
A veces uno extraña demasiado tiempo a alguien. Y el tiempo o el modo en que este transcurre no se lo puede cuantificar ni con miles de relojes. Muy bueno tu texto.
Saludos.
Publicar un comentario