Si Penélope se hubiera ido en ese barco a la Guerra

La estuve esperando sentado, parado, apoyado contra un mostrador, mientras le hacia señas a una moza, ¿le dirán fille si a ellos para pedirles la cuenta les dicen garçon?, de todos modos, aguardé y nunca la vi cruzar el umbral de la puerta. Me preguntó porque no fue, porque me citó, en definitiva porque no fue…

Y me quedo perdido en esos pensamientos, la recuerdo, tan bonita y sonriente, asi en ese estado accidental, que ahuyentaba las sombras, muy pocas veces me dio el privilegio de su sonrisa, muy pocas veces me dijo que la hacia feliz.

Quizás en el arte de amar, todavía adeudo materias, y la vida me bochó muchas veces.

Mi mente y mi corazón continuan diagramados, esperando que venga ella a llenar mi esquela asi puedo morir tranquilo, y que al mismo tiempo me deje completar la suya con esa birome que me trajo papá de su viaje a México y que atesoro como si materialmente valiera lo que sentimentalmente vale. Es tan preciada su vida entre mis manos. No dejo de enredarme en mis palabras, sin alejarla de mis pensamientos.

Ayer le pedí a Morfeo que me dejara soñarla una enternidad, que me permitiera disfrutar de esa ilusión de cuentos de hadas noche tras noche. Ella es mi protagonista, la actriz principal de la historia de amargos desencuentros, de tristes impedimentos, pero también de los planes que nunca concretamos, y que quedaron por allí agendados en su manía de anotar cosas.

La extraño, quisiera verla, tocarla, amarla, decirle que las cosas van a estar bien, aunque es una mentira que hiere y más aun a un alma resignada, que hace tiempo abandonó el campo de batalla. Ese día me quedé solo empuñando una espada, mientras veía marcharse al verdugo.

Un buen amigo me dijo una vez recordando a aquel español “El hombre se diferencia del animal en que bebe sin sed y ama sin tiempo”, tomé la frase como propia, casi como un estandarte.

Miro su foto y siento el peso de los años sobre mi cabeza, camino cansado de intentar, de buscarla, y quisiera que supiera que nunca voy a estarlo de esperarla.

(Lloyd)